El cuenco
Un monje le dijo a Joshu: “Acabo de ingresar en el monasterio. Busco la iluminación.
Enséñame, por favor, el camino”
“Ya has comido tu arroz”- preguntó Joshu.
“Lo he comido” -respondió el monje.
“Entonces será mejor que laves tu cuenco” le dijo Joshu.
Y dicen que el monje alcanzó la iluminación...
Esta antigua historia budista está dedicada a alguien que necesita empezar a ver la grandeza de lo que tiene, otras cosas ya llegarán...
Encontrar satisfación en las pequeñas tareas que realizamos es algo grande...y fuente de felicidad.
4 Comments:
Paradojas de la vida, hoy he cenado arroz en un cuenco, y lo he limpiado ¡Gracias!
Fdo el que necesita ver la grandeza de lo que tiene
Este consejo nos vine bien a más de uno!!!Gracias.
Ya quedan pocos cuencos como ese ;)
todos nos debemos "aplicar" el cuento...nos irá mejor
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