NIEVE

Aunque pasó sus tres primeros años en un país de nieves intensas, ella no tiene de esos años mas que vagos recuerdos en los que no se incluye el gozo de la nieve y para ella era la primera vez que iba a verla, tocarla y disfrutar de ella...
Subimos al tren en Cercedilla y remontamos la sierra hasta Cotos...
En los primeros tramos no había nieve. Un muchacho treintañero, con su pelo recogido en la nuca en una coleta, sacaba la cabeza intentando ver más allá del tren. Me miró y preguntó con ansiedad - ¿Habrá nieve arriba?.
-Pues claro que sí...Anteayer dijeron que nevó mucho en la Sierra. Vamos a tener mucha nieve...
Abrió los ojos negros como para creerlo -Es que soy cubano y es la primera vez que voy a ver la nieve...
Poco a poco el paisaje se cubría de blanco y eso alborotaba a Lara que saltaba en su asiento junto a su madre y venía hasta mi lado para confirmar que yo también veía aquella maravilla: -¡Que bonito!...Es lo más bonito que he visto en mi vida!- me decía.
La niña y el cubano hicieron causa común en su admiración por la nieve e iban los dos de un lado al otro del tren para no perderse nada....-Mira princesa ,en este lado ¡cuanta nieve!...
En la estación de Cotos...el cubano saltó del tren como un chiquillo y le ví alejarse como un niño tirando nieve a la amiga que le acompañaba en su euforia...
El paisaje era espléndido...La nieve cubría todo a nuestro alrededor...el sol brillando daba un tono azulado, se palpaba la serena belleza de la naturaleza...yo también estaba emocionada...
Lara pasó un día inolvidable...fue más que jugar con la nieve..fue mezclarse con ella, fue su reencuentro...aunque ella no la recordara la llevaba clavada muy dentro...

Y de vuelta en el tren alejándome del paisaje nevado pensaba: ¿por qué me emociona tanto la montaña? Creo que yo también la tengo clavada muy hondo...