El Jardin de la Rana

En Tánger, en el Souk Bakra (Zoco de los Bueyes) había un pequeño jardín que conocíamos como el “jardín de la rana”. Aunque era pequeño, los niños del barrio acudían hasta allí para juguetear en las tardes que no había escuela. Después se fue deteriorando…nadie cuidaba de él y durante años ha quedado muy abandonado, la fuente dejó de funcionar y la figura de la rana que le daba nombre al jardín desapareció… a pesar de lo cual siempre por las tardes se veían niños correteando.

Hace poco, por fin, se acaba de reconstruir el jardín que ahora está llenito de geranios en flor y para mi sorpresa y la de muchos tangerinos han vuelto a colocar la rana en la pequeña fuente…¡Que bien! Una pequeña seña de identidad que vuelve a su sitio…

Lara, en sus vacaciones tangerinas, como lo hicieron hace años sus primos, ha correteado por el jardín…

¿Para cuando sus derechos?

Los niños tienen derecho a la protección durante los conflictos armados, según la Convención de Derechos del niño de Naciones Unidas aprobada en Asamblea General el 20 de Noviembre de 1989....hasta la fecha ha sido ratificada por 192 países, solo Estados Unidos y Somalia no lo han hecho.
Los países firmantes asumen una serie de obligaciones... pero no parece ser consecuente con lo que firman... trabajo infantil, prostitución de menores, empleo de niños y adolescentes en conflictos armados...
Desde que leí ayer el artículo de Béatrice Khadige en El País “El abrazo de las madres fue inútil” sobre la masacre de Qana, me siento estremecida...
También me estremece ver los niños palestinos haciendo la entifada...
¿Qué pasa a esta sociedad?...los animales protegen a sus crias y nosotros les mandamos a la guerra... ¿a dónde va esta sociedad?...
Como dijo Mafalda: ¡Que pare el Mundo que me bajo!...